Читать книгу Dimelo cantando онлайн

81 страница из 120

Tiene razón. Lo soy. Pero eso no significa que su sinceridad no me siente como un puñetazo en el estómago.

—Al menos podrías haber dicho adiós —insisto.

—Tú también, y no lo hiciste.

—¿Así que toda la culpa es mía? Vaya, ¿por qué no me sorprende? —De pronto, estoy molesta. Me dejo guiar por el orgullo y añado—: Repito que no estaba en mis planes que nos cruzáramos anoche. De hecho, estaba pasándomelo bien hasta que llegasteis.

—¡Venga ya! Cuando te vi con ese tío, parecías de todo menos entretenida. ¿De verdad vas a decirme que no era un capullo?

Por mucho que intente mentirle, no servirá de nada; Alex me conoce demasiado bien. Además, será imposible que me crea, considerando cómo nos encontraron.

—No tendríais que haber intervenido —respondo finalmente—. Sé cuidar de mí misma.

—Nadie ha dicho lo contrario.

Que sea tan amable conmigo me saca por completo de mis casillas.

—¿Qué te hace pensar que no estamos juntos? —le espeto.

—Honestamente, que parecía un gilipollas.

—No sé por qué te sorprende, teniendo en cuenta mi historial.

Правообладателям