Читать книгу Mejor no recordar онлайн

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Estuvimos abrazados un par de segundos y, por un instante, conseguí olvidarme de todo. Me imaginé que Alejandra estaba en casa, durmiendo, y que esto tan solo era una pesadilla causada por el exceso de alcohol. ¿Cómo podía estar sucediendo esto? ¿Le habría pasado algo grave? Normalmente, este tipo de situaciones tan solo sucedían en las noticias o en las películas, y nunca te imaginarías que podría ocurrirle a alguien de tu entorno.

—¡Eh, vosotros! ¿Por qué estabais dando golpes a la puerta? ¿Qué cojones queréis? —Una brusca y grave voz con acento de Europa del Este me devolvió a la realidad. Me giré rápidamente para observar al portero de la discoteca que se encontraba delante de nosotros. Era un hombre fuerte, corpulento y con barba.

—Sí —tartamudeé mientras el estómago se me revolvía a causa del miedo y la agitación—. Perdón. Necesitamos hablar contigo.

—¿Qué quieres? —El hombre me miró fuertemente a los ojos mientras se tocaba la barbilla. Su expresión era dura y un poco estremecedora.

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