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Lo del proceso de selección sería descubierto solo por unos cuantos.

En medio de la brutal destrucción, únicamente las gigantescas pirámides doradas resistían inmutables las colosales energías desatadas. Como poderosas y enormes arcas ante un diluvio, protegieron a sus moradores de todo daño, absorbiendo el choque de olas, fuego y rocas, resistiendo los brutales embates tanto en el mar como en la tierra.

Eran botes salvavidas que el planeta madre sostendría durante el tiempo que fuera necesario, a salvo del frío y de las tinieblas que el polvo producto de la bestial explosión provocaría.

Sería un periodo de educación y paz, de adaptación y preparación. Los seres dentro de los hábitats vivieron bajo reglas temporales de convivencia. Las pirámides eran ecosistemas a escala, cerrados y autosustentables con el apoyo del planeta. Cuando todo pasara, cuando se completara la preparación, y tanto planeta como habitantes estuvieran listos, se abrirían para dejar salir su carga de vida y dar inicio a la siguiente etapa.

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