Читать книгу Nuestra asignatura pendiente онлайн

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—No te lo negaré, el olor es repugnante. Solo visité las curtidurías una vez y te juro que era insoportable. Sin embargo, es esa mezcla la que otorga a las pieles la textura suave y flexible. Se dejan varios días en remojo y después se retiran, se limpian y se revisan antes de sumergirlas en grandes cubas con agua y pigmentos naturales para darles color.

—Esta parte de tu cuento me gusta más, abuelita —afirmó Emily—. ¡Me encantan los colores!

—Lo sé, mi pequeña. ¡Y ojalá pudieras ver qué colores más bonitos hay en esos talleres! ¡Es como tu paleta de acuarelas, pero gigante!

—¿Como mis acuarelas? ¡Qué bonito!

—Iguales, pero conseguidas a partir de flores y plantas. Por ejemplo, las flores de la mimosa, el azafrán o la cúrcuma se usan para darles un color amarillo; las de las amapolas, para el color rojo; la menta para el verde; el índigo para el azul… Cuando ya están teñidos y se han secado, los artesanos marroquineros utilizan los cueros para confeccionar bolsos, abrigos, zapatos, instrumentos musicales… tantas cosas como puedas imaginar.

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