Читать книгу Transpersonalismo y decolonialidad. Espiritualidad, chamanismo y modernidad онлайн

26 страница из 95

ssss1. Tomamos de Enrique Dussel la diferenciación entre cristiandad y cristianismo. En nuestro caso el primer término refiere a la cristiandad colonialista e imperial, asociada a la idea del “Cristo Rey” en lugar del Jesús pobre nacido en un miserable pesebre, y por tanto institución aristocrática, vinculada a los sectores de poder (en su período de expansión americana, a los ejércitos de los reyes de España y Portugal). También a veces usaremos el concepto asociado al actual evangelismo neopentecostal de derecha, que si bien arraiga entre los sectores más desfavorecidos y marginales de Latinoamérica, desplazando al catolicismo y a lo poco que queda de chamanismo indígena, defiende paradójicamente los valores de las capas más adineradas, racistas y heteropatriarcales de estas desiguales sociedades. Nos referimos a un cierto evangelismo tan depredador y extractivista como la industria forestal, o la petrolera, con la que suele llegar, y a un neopentecostalismo intolerante, inquisidor y epistemicida que está forzando la desaparición total de los últimos sistemas chamánicos en sitios marginales. Seguramente debe hacerse una excepción con algunos evangelismos indígenas –como en el caso qom (toba)– que, tras ser asimilado luego de presiones, matanzas y milenarismos, fue adaptado a la propia cultura, y cuyos pastores indígenas no solo conviven con chamanes, sino que buscan el trance con danzas, alabanzas colectivas, incubación de sueños lúcidos o transpersonales, etc. No es raro encontrar, asimismo, p’ioGonak (chamanes qom) que curan usando la Biblia como un sustituto de un sonajero o friccionando el cuerpo del paciente con sus páginas. De hecho, casi no sobreviven sistemas chamánicos en el mundo que no hayan sufrido sincretismos con elementos de las grandes religiones institucionales: cristianismo, islam, hinduismo, lamaísmo budista.

Правообладателям