Читать книгу Transpersonalismo y decolonialidad. Espiritualidad, chamanismo y modernidad онлайн

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El contexto actual –con la hegemonía del capitalismo, el heteropatriarcado y la colonialidad del poder y del saber– rápidamente convierte a los nuevos ritos enteogénicos actuales en parodias –o al menos este es un riesgo probable y observable– en cuanto existirá transformación epistémica llevada a la práctica por algunos, mientras que en otros el set y el setting (o su carencia) llevarán a un leve tambaleo de las estanterías modernas y posmodernas, sin afectar posteriormente un camino racional y vivencial de cuestionamiento y deconstrucción teórico-práctica del modelo previo.

Podríamos sugerir la siguiente fórmula: el mayor despliegue decolonizador se producirá cuando a los enteógenos (y otras técnicas) se sumen el know how originario, la ceremonia o el rito, cierto misterio, y el set-setting transformador que incluye el tiempo necesario para integrar y reflexionar cada experiencia.

A pesar de aquellos obstáculos, a lo largo de esta obra intentaremos mostrar que es mejor que existan estos neorritos urbanos de inspiración chamánica en el Occidente capitalista –con todos sus problemas y dificultades– que el hecho de que no existan, puesto que aun con todos los riesgos, los errores y las consecuencias negativas de esta difusión cultural, y aunque sin alterar el orden establecido, un porcentaje no menor de personas se acercará a una catálisis potencialmente decolonizadora, vivenciando profundamente en un contexto adverso rastros de una antigua sabiduría y cosmovisión, una old age (lo contrario de la new age) y semillas de una esperanzada “transmodernidad” (según la categoría acuñada por Dussel). Así como somos prudentes respecto de la “decolonización mental”, tampoco caemos en apologías infantiles sobre los sistemas chamánicos y “neochamánicos”. Teniendo en cuenta fenómenos tan complejos, simplemente buscamos un acercamiento entre corrientes que se encaminan tal vez a una misma búsqueda, ambas a partir de lo que podríamos llamar “crisis epistémicas” (Lloyd-Mayer, 2010: 153). Y todo ello sin desconocer los efectos mentales indeseables en nuestro sustrato socioeconómico y cultural de ciertos usos de determinados compuestos enteogénicos, como la inflación del ego, el narcisismo espiritual (mesianismo), el desvío espiritual, el materialismo y el comercio “espiritual”, la adicción ritual y las obsesiones. (Frecska, 2018).

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