Читать книгу El joven Pierre Vilar, 1924-1939. Las lecciones de historia онлайн
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Con todo esto, es probable que tengáis que pagar la sobretasa; ¡podéis hacerlo por Jaurès! Mientras tanto, podéis estar tranquilas, de todas maneras, no ha habido bombas ¡y yo estoy encantado! Me hubiera gustado ver a mi tía en medio de todo ello; ella habría gritado «Abajo la guerra», ¡estoy seguro de ello! Y mi hermana hubiera sido feliz –como yo lo he sido– al no oír a nadie gritar «Abajo los curas», como el 13 de mayo, y al ver incluso que algunas personas (yo he visto a varias) gritaban «Viva Jaurès» y al mismo tiempo se santiguaban al paso del féretro: esto me ha realmente impactado, sobre todo al verlo por tercera o cuarta vez. Signos de un nuevo estado de espíritu, sin duda: esperémoslo.
Esta carta, repleta de objetos extraños para ser incluidos en una carta, debió de espantar a los tres miembros de la familia de Montpellier. En la carta siguiente, del 27 de noviembre, Vilar tuvo que defenderse de haberla escrito. En cierta manera, se arrepentía, pero no renegaba de su entusiasmo.