Читать книгу Imparable hasta la médula. El cáncer como aprendizaje de vida онлайн

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Aquella noche fue demasiado larga. Las horas intensas en su quietud. Los pensamientos sombríos, llenos de sueños rotos convertidos en pesadillas. La respiración prisionera del miedo, entrecortada. Pero entre tantos fantasmas tenía tendida una mano amiga, la de Maite. A los pies de mi cama, tumbada en el suelo y cubierta con mi abrigo; al igual que yo, sin pegar apenas ojo. Ambas envueltas en un silencio cómplice ante una realidad que había superado con creces nuestros mayores temores. ¿Cáncer en la sangre? Me resistía a creerlo.

Días antes, mi sonrisa había quedado dibujada para la posteridad frente a las cámaras de televisión. Traté de recordar mi última entrevista en directo, pero fue en vano. Miles de preguntas sin respuesta me desbordaban. Los focos se habían convertido en una serie de fluorescentes deslumbrantes y el plató, en una fría camilla en la que unas manos desconocidas conducían mi cuerpo semidesnudo por un laberinto de pasillos. El contacto con el acero me erizaba la piel, y así, aterida y estremecida de recelos, me llevaron de una sala a otra para hurgar en mis entrañas hasta que el dolor me hizo desfallecer. Sentí que atravesaban mi pecho con una aguja que parecía querer aspirar hasta el último de mis alientos, pero era una muestra de mi médula ósea lo que pretendían extraer del esternón.

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