Читать книгу Las rutas de la seda en la historia de España y Portugal онлайн

123 страница из 161

Conocemos los rasgos generales de la evolución de los centros productores andaluces para toda la etapa. Estos tuvieron su fase de máximo esplendor durante el siglo XVI, a la par de la bonanza económica y la venta de su producción en otras partes del reino, en los territorios coloniales y en Europa. Fue a partir del último tercio de esa centuria cuando la industria sedera andaluza empezó a mostrar síntomas de decadencia, en general, por la competencia de géneros procedentes de otras regiones productoras europeas, de las Indias portuguesas o de China, que les fueron arrebatando mercados tanto en Castilla como en América. Se añadía a lo dicho los cambios tecnológicos en la industria foránea, que abarataban los costes de producción, y en las modas, que sustituían en el gusto de los compradores los pesados artículos confeccionados en las manufacturas andaluzas, que un sistema gremial anquilosado y corto de miras tardó demasiado tiempo en asimilar. Asimismo, las decisiones equivocadas de la monarquía a la hora de promulgar leyes contra el lujo, el permiso de entrada de sedas extranjeras, las sucesivas devaluaciones de moneda o las expulsiones de moriscos de Felipe II para Granada y la general de Felipe III, junto con los brotes epidémicos de las ciudades productoras, que redujeron la producción y, de esta manera, la demanda, u obstaculizó el trasvase de materias primas o mercancías, provocaron, pese a los conatos de reactivación que se produjeron, al menos en Granada y en Córdoba, sucesivos rebrotes de crisis que culminaron en los años ochenta del siglo XVII.ssss1

Правообладателям