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2.4. El agente social
Sin embargo, como suele ocurrir con las definiciones, la idea de que el índice debe verse «como el resultado o instrumento de la agencia social» depende de un concepto aún no determinado: el «agente social», quien ejerce la agencia social. Claro está, no es difícil formular ejemplos de ambas nociones. A cualquier ser humano se lo ha de considerar agente social, al menos en potencia.
Se puede atribuir agencia a aquellas personas (y cosas, como veremos más adelante) que provocan secuencias causales de un tipo particular, es decir, sucesos causados por actos mentales, de voluntad o de intención, en lugar de por simple concatenación de hechos físicos. El agente es quien «hace que los sucesos ocurran» en su entorno. Como resultado de ejercer la agencia, suceden cosas, que no necesariamente tienen que ser las que «quería» el agente. Mientras que las cadenas de causa-efecto en el terreno físico y material consisten en «hechos» explicables por medio de leyes que, en última instancia, gobiernan el universo entero, los agentes provocan «acciones» que «inician» ellos mismos por sus propias intenciones. Son la fuente, el origen, de los sucesos causales de manera independiente al estado del universo físico.