Читать книгу El auge de la brutalidad organizada. Una sociología histórica de la violencia онлайн

47 страница из 96

En los escritos de Elias, el proceso de civilización se entiende como un fenómeno dual a través del cual los individuos aprenden a reprimir sus propios impulsos violentos «naturales» y a través del cual todos los órdenes sociales se pacifican. Sin embargo, no es que la civilización y la acción violenta sean totalmente congruentes, ya que toda violencia colectiva coordinada requiere un grado sustancial de autocontrol, sino que, y lo que es más importante aún, la civilización es la cuna de la violencia organizada. A pesar de la opinión popular de que los seres humanos han participado en la guerra desde tiempos inmemoriales, numerosos estudios arqueológicos y antropológicos han demostrado que la violencia organizada solo ha surgido en los últimos doce mil años, y la guerra a gran escala solo en los últimos tres mil años de existencia de la humanidad (véase el siguiente capítulo). La violencia organizada aparece en el escenario histórico junto a las culturas sedentarias, la domesticación de plantas y animales, la agricultura organizada, la propiedad de la tierra, las ciudades fortificadas, las religiones institucionalizadas, los órdenes políticos y las formas elaboradas de estratificación social. En una palabra, con la civilización. Lo que distinguió a las primeras civilizaciones conocidas (Sumeria, el antiguo Egipto, la China de la dinastía Shang, la cultura del valle del Indo y los mundos mesoamericanos posteriores) de las formaciones sociales anteriores fue su capacidad para utilizar la violencia organizada y luchar en guerras de conquista. Los estados primitivos de estas civilizaciones antiguas se crearon a través de la guerra, y diferentes civilizaciones se han expandido a través de la violencia organizada. Por lo tanto, la violencia no es el «otro» de la civilización, sino uno de sus componentes más importantes.

Правообладателям