Читать книгу Si te sientes identificada, huye онлайн

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—Hoy dormiremos aquí —y se me abalanzó, cogiéndome con fuerza para tumbarme en la cama de matrimonio de sus padres mientras me besaba sin separarse de mí. Apenas podía respirar, pero lo pasé por alto. ¿Significaba eso que Ricardo me había perdonado? Por su actitud deduje que sí, así que hice lo mismo que él y le besé tumbada hacia arriba mientras intentaba no morir ahogada.

Estuvimos así mucho rato, seguramente menos de lo que a mí me pareció, y, cuando quise darme cuenta, sacó un condón y se lo puso.

—¿Qué haces…? —pregunté algo asustada. Nunca antes lo había hecho con nadie, tenía 13 años… Además, ¡tenía la regla!

—Venga… demuéstrame que me quieres… —me susurró al oído.

—No… Es que yo… no sé si estoy preparada… —dudé nerviosa.

—Venga… que después de la discusión viene la reconciliación… —insistió.

—No lo sé… Es que no sé si es el momento… Y tengo la regla… —seguí.

—Venga, Mía… Si tienes la regla no me importa, igualmente vas a sangrar. Yo te he perdonado, pero me tienes que demostrar que me quieres… Ahora te toca a ti. – sentenció.


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