Читать книгу Las plegarias de los árboles онлайн

43 страница из 88

—¡Idris! ¡Megisto! –exclamó Maki a la distancia, percibiendo la tensión que se había generado entre el alquimista y el joven hechicero–. Sepárense.

—¡Maestro! –replicó Idris–. Megisto estaba intentando…

—No me interesa, Idris –respondió, tozudo–, he dicho que se separen.

—Maestro, usted no entiende, vi a Megisto…

—Interrúmpeme una vez más y te mataré, Idris –declaró Maki, molesto–, les he ordenado que se separen y eso es lo que harán. Deben terminar de asignar las tareas a los exploradores.

Idris apretó los dientes y bajó la mirada.

—Así será, maestro –alzó la voz Megisto en el momento en que se alejaba y, desde la oscuridad de sus vestiduras, le enseñaba a Idris la más mefistofélica de las sonrisas–. Así será.

Capítulo 8

Sinergia

Finalizado el concilio druida, mientras la gente se desconcentraba lenta y silenciosamente, las miradas de Vricio y Sedian se encontraron. Los dos sabían que a pesar de sus diferencias tendrían que, una vez más, pelear hombro con hombro. La situación así lo exigía.


Правообладателям