Читать книгу Lecciones de Derecho Mercantil Volumen I онлайн
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Por lo que se refiere a las obligaciones de las partes, el arrendador tiene la obligación de entregar el establecimiento en buen estado de funcionamiento, la de hacer las reparaciones necesarias en los elementos de que se compone y la de mantener al arrendatario en el uso pacífico del mismo (art. 1554 CC). Si en todo arrendamiento es esencial que el arrendador mantenga al arrendatario en el goce pacífico de la cosa arrendada, en el de establecimiento mercantil las exigencias de la buena fe (arts. 1258 CC y 57 C. de C.) impiden que con posterioridad a la entrega pueda el arrendador desplegar actividades que perturben el buen desarrollo de la empresa del arrendatario, y, muy especialmente, aquellas actividades que puedan ocasionar una desviación de la clientela del establecimiento arrendado. De ahí que la prohibición de hacer competencia al arrendatario deba reputarse inherente a estos arrendamientos en los mismos términos que en el contrato de compraventa del establecimiento mercantil, siempre que no se pacte lo contrario (v. STS de 6 de abril de 1988), si bien, el límite temporal de esta prohibición será el de la duración del arrendamiento.