Читать книгу Elaboración y evaluación de los trabajos fin de título universitarios: análisis, retos e innovaciones онлайн
33 страница из 55
A pesar de las mencionadas dificultades encontradas, en numerosas investigaciones resaltan la comunicación entre profesor-estudiante como el elemento de apoyo sobre el que se cimienta en buen TFT. Independientemente de la modalidad de enseñanza seguida, esta investigación se realiza en todos los casos bajo la supervisión de un tutor-docente, el cual, entre otras funciones deberá proporcionar apoyo y servir de guía al estudiante durante la realización de los trabajos correspondientes; establecer un cronograma de reuniones en función de las características de trabajo y de las propias características y necesidades del alumno; supervisión de la evolución de los trabajos aportando las correcciones oportunas que permitan al alumnado la consecución de los objetivos establecidos, así como autorizar el depósito y la defensa de los trabajos (Ruiz y Tirado, 2016).
Todo esto, obviamente, no se podrá llevar a cabo si no existe una comunicación fluida en la relación profesor-alumno. Desde la perspectiva del alumno, es exigible que este periódicamente reciba un informe sobre cómo va evolucionando en su proceso de adquisición de competencias a desarrollar con la elaboración de su trabajo, lo que debería facilitar la consecución de unos adecuados resultados finales (Alfaro et al., 2014). Sin duda, uno de los elementos básicos para poder adquirir los objetivos de aprendizaje pretendidos mediante el desarrollo de los TFT se fundamenta en la labor de supervisión y asesoramiento realizada por el tutor designado (Álvarez et al., 2016). En este mismo sentido, los resultados del proyecto de innovación docente “La orientación profesional en los TFM: estrategias didácticas eficaces en el modelo de enseñanza a distancia (Estrategia-MED)” muestran que casi la mitad de las respuestas (el 42,39%) sostienen que durante la realización del TFT la comunicación con los estudiantes es constante y fluida.