Читать книгу La educación digital en el ámbito universitario. Un enfoque 360 онлайн
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En el diseño de los EVA es necesario, por lo tanto, tener en cuenta las necesidades docentes y de aprendizaje, constituyendo lo que para Morado (2017) debe ser “un ámbito de aprendizaje rico, complejo, flexible, dinámico, interactivo, atractivo y cálido, en el que el encuentro entre personas aprendientes en un ambiente de aprendizaje placentero permita la construcción colaborativa del conocimiento” (p. 37) y permita acortar las distancias cognitivas y emocionales (Badilla, 2015), muy comunes en la formación a distancia. García-Aretio (2004), citado por Silva (2011), a partir de las diferentes definiciones y conceptos referidos a los EVA, extrae las siguientes características: (1) separación del profesor o formador y del alumno o participante en el espacio y en el tiempo, haciendo la salvedad que en esta última variable puede producirse la interacción síncrona; (2) estudio independiente en el que el estudiante controla el tiempo, el espacio, determinados ritmos de estudio, itinerarios, actividades, tiempos de evaluación, etc., aspectos que pueden completarse con interacciones en encuentros presenciales o virtuales para la socialización o el aprendizaje colaborativo; (3) la comunicación mediada de doble vía entre profesor y alumno; (4) el soporte de una organización que planifica, diseña, produce materiales (por sí misma o por encargo) y realiza seguimiento y motivación del proceso de aprendizaje a través de la tutoría.