Читать книгу Mujer, inclusión social y Derechos Humanos. Reflexiones desde las ciencias sociales y jurídicas онлайн
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Un ejemplo muy interesante de este tipo de valoración de puestos es el que recoge la Guía “Promoción de la igualdad salarial por medio de la evaluación no sexista de los empleos” publicada por la Oficina Internacional del Trabajo (OIT) en 2008, que, a partir de su capítulo IV, aporta un método por puntos basado en cuatro factores: cualificación (conocimientos y aptitudes), esfuerzos (físico, mental y emocional), responsabilidades (sobre personas, sobre producto, financieras), y condiciones (físicas, psicológicas) en que se realiza el trabajo (O.I.T., 2008). Para esta valoración, se establece la siguiente secuencia:
1.ª El primer paso será dividir estos factores, a su vez, en diferentes subfactores, de manera que se pueda atender a características más concretas de los diferentes puestos de trabajo. Estos subfactores deberán adaptarse a la realidad de la empresa, estar redactados de manera clara, sin ambigüedades y procurando evitar las duplicidades (que se valoren varias veces en distintos apartados). Así, respecto de las cualificaciones, aspectos como la formación acreditada, la experiencia o la formación, así como las diferentes capacidades requeridas (físicas, mentales o emocionales) En cuanto a los esfuerzos, se valorará los físicos, psíquicos y emocionales. De las responsabilidades podemos distinguir y valorar como subfactores las relativas a personas, materiales o financieras, y en cuanto a las condiciones de trabajo, tendremos en cuenta las físicas/ambientales y las psicológicas.