Читать книгу La soportable gravedad de la Toga онлайн
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Confieso que INDAGA más que para regocijarnos de los buenos resultados que tenemos, resulta más útil cuando en ocasiones surge un comentario crítico o una mala valoración. Es ahí cuando llamo al cliente, escucho sus reflexiones y más de una vez, como hoy, debo disculparme. A nosotros nos ayuda a mejorar y al cliente le sirve para comprobar que la vanidad del abogado tiene que ser como la espuma, capaz de desinflarse con el resoplido de una mala crítica, siempre que sea razonable, claro.
26 de septiembre de 2018
Juego limpio procesal
¿Existe el “fair play” en la justicia? Pues sí, aunque lo llamamos buena fe y está presente tanto en el artículo 7 del Código Civil como en el 247 de la Ley de Enjuiciamiento Civil. A diferencia de los futbolistas que no están obligados por reglamento a echar el balón fuera en un contraataque cuando un rival se lesiona (aunque a veces lo hacen), o corregir al árbitro al decir que no es penalti cuando le beneficia (jamás lo he visto), los abogados debemos comportarnos siempre guiados por la buena fe, concepto que quizás suena arcaico por desuso en una sociedad en la que imperan otros valores, bajo la máxima maquiavélica de que el fin justifica los medios.