Читать книгу Derecho de gracia y constitución. El indulto en el estado de derecho онлайн

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La gracia se relaciona con el pecado, pues sólo con ella cabe perdonar, sin que el perdón sea un acto de justicia, pues la justicia se predica de la potestad de perdonar de Dios y no del merecimiento del pecador:

“La gracia de Dios hacia los pecadores se ve en el hecho de que Él mismo, por medio de la expiación de Cristo pagó toda la pena por el pecado, por lo cual puede perdonar con justicia el pecado sin tener en consideración el mérito o demérito del pecador. El pecador no es perdonado porque Dios sea misericordioso para excusar sus pecados, sino porque hay redención mediante la sangre de Cristo (Romanos 3, 24; Efesios 1, 7). La gracia de Dios se revela al proporcionar una expiación por la cual puede al mismo tiempo justificar a los impíos (Juan 3, 16) y reivindicar su ley santa e inmutable”ssss1.

El perdón por ejercicio de la gracia tiene su constatación en la historia religiosa en el más conocido de los indultos concedidos: el que benefició a Barrabás en perjuicio de Jesús. En MATEO 27, 15-26ssss1, pone de manifiesto el instituto de la abolitiossss1, en el Derecho romano, sobre un prisionero no condenado, pues se le permitía su liberación por decisión del Gobernador –Pilatos–, tras someter a los acusadores la posibilidad de que se retirase la acusación, con abolición de la misma. El resultado de la consulta al pueblo judío determinó ser el fundamento de la Religión Cristiana.

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