Читать книгу Compensaciones e indemnizaciones en las relaciones familiares онлайн

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Desde otro punto de vista estos hijos no comunes serán mantenidos por la nueva sociedad de gananciales y además recibirán la pensión de alimentos que debe pasarles su otro progenitor, pensión que no está claro que deban aportar a la nueva familia, e incluso podrían llegar a tener más posibilidades económicas que los hijos comunes, pues dispondrán de los ingresos de la sociedad de gananciales y de los provenientes de su progenitor con el que no conviven, mientras que los hijos comunes solo dispondrán para su mantenimiento de los ingresos de la sociedad aportados por ambos cónyuges. Desde otro punto de vista, la pensión que el progenitor debe entregar a sus hijos con los que no convive está destinada al mantenimiento de los mismos, y no al del resto de la nueva familia, y esta situación podría darse en función de las circunstancias si la pensión que reciben estos hijos se incorpora al patrimonio familiar.

Por otro lado, son muy comunes los casos de custodia compartida, y en ellos la convivencia no puede ser determinante, puesto que los hijos conviven con sus dos progenitores, y aunque en principio cada progenitor se hace cargo de su mantenimiento el tiempo que está con ellos lo cierto es que no está excluido el pago de pensiones de alimentos también en estos supuestos.

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