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–Esta va a ser la cocina de ustedes. Y ese cuarto grande que hay al frente, con ventana a la calle, va a ser el dormitorio.

¡Qué alegría! ¡Podíamos casarnos en enero! Le escribí a Jenny, y rápidamente hicimos todos los arreglos con mis padres y los suyos. El casamiento civil sería en Rafaela, por la mañana, y la ceremonia religiosa sería en la Iglesia Adventista de Felicia, el 4 de enero de 1950 por la noche.

Jenny tenía 19 años, y aún recuerdo cuando el juez, después que firmaron los testigos, dijo: “Ahora, la firma del padre de la menor”. Y don Juan Pidoux se adelantó de inmediato, ¡y firmó! Ya estábamos legalmente casados.

El Pr. Adán Mayer tuvo a su cargo la ceremonia religiosa en la Iglesia Adventista de Felicia. Recuerdo la emoción que sentí al verla entrar con su precioso vestido blanco, del brazo de su padre. Yo le había dicho a Jenny el día anterior:

–No te vayas a pintar.

Cuando terminaron de saludarnos los amigos, en la puerta de la iglesia, Jenny me dijo muy sonriente:

–¿Viste que no me pinté?

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