Читать книгу Más allá del ayer. Misioneros en África para Jesús онлайн

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Claro que también Karl ignoraba mucho sobre el mundo en el cual se movían sus compañeros de a bordo. Aquellos días en el barco le permitieron sumergirse en el tema de las colonias extranjeras.

En aquel tiempo, al hombre blanco se le adjudicaba en ultramar una posición de privilegio, pero también llena de desafíos. El comportamiento de los nativos era completamente diferente al que se acostumbraba en Europa, y la selva planteaba muchos peligros. Sobre todo, resultaba vital para un extranjero saber tratar a los nativos con tacto. A medida que escuchaba relatos de sus compañeros, Karl reconoció muy pronto que aquella sería la clave entre el éxito y el fracaso de su misión. A menudo, en detalles relacionados con el trato con los habitantes locales dependería su supervivencia en la selva liberiana.

Mientras Karl aprendía valiosas lecciones, el SS-Wadai se balanceaba en un mar agitado. Las bodegas estaban muy cargadas de carbón, y la nave se movía pesadamente en las aguas del mar. Era diciembre y el capitán, incitado por el contexto, contaba con entusiasmo anécdotas sobre impresionantes tormentas de otoño y de invierno en el Atlán­tico Norte.

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