Читать книгу Más allá del ayer. Misioneros en África para Jesús онлайн

55 страница из 74

Capítulo 2

África, el continente desconocido

Karl paseaba en la proa del barco, observando el mar, cuando el capitán lo vio, se acercó y le dijo:

–Estimado pastor, lo invito a mi puente de comando. El mar está muy calmo, no hay barcos cerca, es probable que sea una jornada tranquila. Tal vez me puede contar un poco acerca de sus planes en la selva; me atraen sus convicciones y su valor para seguirlas. Me fascina saber que todo lo hace solo para trasmitir a estos nativos de la selva la esperanza del cristianismo, de un Salvador que los ama y que vendrá a rescatarlos.

Y luego agregó, como para ofrecer algo a cambio, como contraprestación a sus preguntas:

–Por mi parte, si le parece bien, yo puedo mostrarle el puesto de comando y cómo se conduce esta nave.

“Esto sí que es una buena oportunidad”, pensó Karl. Ya había tenido varias ocasiones para conversar con este capitán, pero siempre en un grupo grande de personas. Aquellas charlas, ante la presencia de tantos, eran siempre superficiales y de asuntos generales. Ahora podría tener un intercambio más personal con el capitán. Karl también pensó que no podría detallar demasiado sobre su misión, ya que ni siquiera él sabía muy bien lo que le esperaba en Liberia. Sin embargo, podría hablar sobre su vocación, sus convicciones y su fe. De alguna manera, el joven sentía un afecto especial por este marino bronceado, quien tenía ojos azules honestos, una muy cuidada y recortada barba y buenos modales. Le impresionaba la conducta estoica con que llevaba la enorme responsabilidad por este barco. En silencio, Karl lo admiraba.

Правообладателям