Читать книгу Más allá del ayer. Misioneros en África para Jesús онлайн

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El clima, las condiciones sanitarias y las enfermedades tropicales pedían mucho sacrificio a los misioneros. África cobraba su tributo de vidas humanas, ya sea entre los comerciantes, empleados de gobierno o los clérigos. Paludismo, fiebre amarilla, la fiebre de las “aguas negras”, el cólera, disentería amebiana y el constante calor acompañado por una alimentación desequilibrada debilitaban la salud de los extranjeros. Aquello explicaba las licencias regulares a sus países de origen en intervalos prefijados.

El mar estaba tranquilo, apenas se veía alguna ola. Abajo, al pie de la nave, un enjambre de canoas, botes a remo y algunas barcazas más grandes competían entre sí. Mientras los primeros trataban de ofrecer a los gritos sus mercancías, las barcazas traían provisiones y equipaje para los grandes barcos. También había barcazas que llevaban hacia SS-Wadai a pasajeros bien vestidos, quienes debían abordar la nave. Algunos de ellos exhibían ropas de múltiples colores: estos eran los africanos. Los otros, con vestidos y trajes blancos, eran los extranjeros.

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