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Padre celestial, al igual que el apóstol Pablo, hoy quiero gloriarme en la Cruz de Cristo y, con tu poder, tener ojos solo para él. Solo así podré culminar victoriosamente la carrera de la fe.

12 de marzo

¿Una estrella más en la corona?

“Al ver las multitudes [Jesús] tuvo compasión de ellas, porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor” (Mateo 9:36).

¿Qué emoción embargaba el corazón del Señor Jesús al ver que las multitudes estaban desamparadas y dispersas como ovejas sin pastor?

Profunda compasión. Cada vez que nuestro Salvador estaba en presencia del sufrimiento humano, la Escritura dice de él: “Tuvo compasión”.

En griego, la expresión “tuvo compasión” significa “sentir con las entrañas”, y alude a los sentimientos más profundos que un ser humano pueda experimentar. En el caso particular de Jesucristo, ese sentimiento siempre iba acompañado de acción: él siempre hacía algo para liberar al oprimido y sanar al doliente, sin esperar nada a cambio.

¿Cómo respondemos tú y yo en la presencia del dolor? ¿Y cuál es la motivación que nos impulsa, por ejemplo, al dar una donación o un estudio bíblico? ¿Es el amor a las almas o es el interés por la corona?

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