Читать книгу 100 Clásicos de la Literatura онлайн

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-Querida mía -explicó el almirante-, ya pensará de otro modo cuando tenga esposa. Si está casado y si tenemos la suerte de estar vivos en la próxima guerra, ya lo veremos hacer como tú, yo y muchos otros hemos hecho. Estará muy agradecido de cualquiera que le lleve a su esposa.

-¡Ay, así es!

-Terminemos -exclamó el capitán Wentworth-. Cuando los casados empiezan a atacarme diciendo: “Ya pensará usted de otro modo cuando se case”, lo único que puedo contestar es: “No será así”; ellos responden entonces: “Sí, lo hará usted”, y esto pone punto final al asunto.

Se levantó y se alejó.

-¡Qué gran viajera ha sido usted, señora! -dijo Mrs. Musgrove a Mrs. Croft.

-He viajado bastante en mis quince años de matrimonio, aunque algunas mujeres han viajado aún más. He cruzado el Atlántico cuatro veces, y he estado en las Indias Orientales y he vuelto. Una vez estuve también en lugares cercanos como Cork, Lisboa y Gibraltar. Pero nunca he pasado los estrechos o llegado hasta las Indias Occidentales, Bermudas o las Bahamas; ¿saben ustedes?, no son las Indias Occidentales, como se las suele llamar.

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