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¿Puedo confiar en él?

El daño permanente, generacional, a la familia, también es parte del «problema chileno».

Capítulo 2

Años sesenta y UP

Pero partamos por el principio. Partamos por mi padre, un guerrillero colombiano que se entrenó en Cuba y conoció a Fidel Castro en los años sesenta.

Papá, nacido en 1944, se crió en el campo y conoció los zapatos a los cinco años, cuando empezó a ir a la escuela. Era uno de nueve hermanos.

Mi abuelo paterno, quien murió antes que yo naciera, administraba campos y luego fue un pequeño propietario. Muy joven, entonces con dos hijos y su mujer, migró de Puente Nacional, en Santander, zona fronteriza con Venezuela, hacia los alrededores del pueblo de El Líbano, en el Tolima, a unos cien kilómetros de Bogotá.

Él y su esposa Florentina Villamil fueron analfabetos. Marco, mi abuelo paterno (el primer Marco Fajardo hasta donde sé) de hecho ni siquiera sabía su fecha de nacimiento. Lo atestigua su cédula de identidad, donde figura como nacido el 31 de diciembre, la fecha que les colocaban a todos los que no sabían la fecha de su cumpleaños.

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