Читать книгу Siempre De Azul. Cuentos Escritos En Pandemia онлайн

16 страница из 39

Se van.

Regreso al dormitorio. Me recuesto sobre la cama, intento estabilizar mi respiración y espero a que amanezca. Me ducho. Me visto y salgo. Margot desea acompañarme pero le digo que no, que esta vez voy solo.

Camino abatido rumbo al parque. Siento las piernas débiles y una especie de zumbido en los oídos que obnubila mi consciencia. Paso por la panadería que aún no abren. Llego hasta la laguna. Algunos pájaros trinan sin advertir la miseria humana. Deseo ser un pájaro, pienso. El agua sigue ahí, azul como siempre pero a esa hora de la mañana, el tono es distinto. Grabo esa tonalidad extraña en la memoria. El cielo despejado, compasivo, celeste. Dejo caer un par de lágrimas. No importa el costo de lo material. Importa el dolor de comprender la habilidad del ser humano de poder romper la esencia misma de un semejante. Una joven trota con traje deportivo y lleva audífonos en sus orejas. Ignora mi realidad y yo la de ella. Recuerdo el lienzo de la laguna sobre el suelo. Muerto. Sin poder hablarme. Sin poder tentarme a que continúe con las pinceladas.

Правообладателям