Читать книгу Ella онлайн

9 страница из 17

Regresa sola. Tendrá que decir que ya no hay niño. Explicar no, no hace falta. Solo decir. El hombre se pondrá triste. Pero querrá yacer con ella. Y ella, sin ganas, lo acogerá, como ella fue acogida en la casa. La vida continua.

INFANCIA ROBADA

Nació chiquita. Nunca fue muy grande. Pero sí muy viva. Nació con fuerza, con energía, con ganas. Poco después fueron llegando hermanos y hermanas. No recuerda su vida sin ellos. Solo sabe que fue la primera.

Recuerda juegos y risas. Pero también llantos. Había hambre. Había días que apenas comía para entregar su parte a la hermana más chica, al hermano enfermo. Recuerda viajes. Caminar de un pueblo a otro en busca de una nueva posibilidad de trabajo para los padres. Pero había poco.

Se recuerda mirando las escuelas. Ella nunca fue, nunca pudo. No sabe leer ni escribir. Pero recuerda cómo las miraba, cómo se imaginaba con un vestidito no muy sucio entrando por la puerta de una escuela. Nunca llegó.

Recuerda el robo. El robo de su infancia. Pasó de niña a mujer en un día. De mujer a no sabe qué en dos semanas. Un día al levantarse manchó, sangraba un poco. Eso le cambió la vida. Pero en ese momento no lo sabía. No se dio cuenta cuando padre y madre se miraron. Todo vino después, en dos semanas.

Правообладателям