Читать книгу El bautismo del diablo. La evolución y la seducción del cristianismo онлайн

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No es sencillo explicar este pasaje, incluso con nuestro conocimiento actual de cosmología. Sin embargo, el tema no es cómo Dios lo hizo, pero sí que lo hizo, sin importar los medios que haya utilizado. Aquí, también, la Biblia se sirve del lenguaje humano para explicar cosas aparentes. Si el Señor hubiera querido que entendiéramos la cosmología a partir de estos textos, ¿no debiera haber dicho algo como: “Oh, Tierra, detén tu rotación sobre tu eje para que el Sol se mantenga sobre Gibón”?

¿Por qué no es contrario a las Sagradas Escrituras enseñar que el cerebro es el asiento de nuestros pensamientos? Después de todo, el Evangelio registra: “Jesús entonces, conociendo los pensamientos de ellos, respondiendo les dijo: ¿Qué caviláis en vuestros corazones?” (Luc. 5:22, cursiva añadida). Jesús sabía que no pensamos con nuestros corazones. La idea de Jesús era teológica, no fisiológica, tal como la idea en Josué (y Eclesiastés y Salmos) era teológica o histórica, y no cosmológica.

El lenguaje de “salida del Sol” y “puesta del Sol” tomó la importancia que tomó solamente debido a la incorporación de falsa ciencia en la teología. Si la iglesia no hubiera adoptado la cosmología de Aristóteles y no hubiera convertido en tema teológico algo que la Biblia nunca mencionó, se habría ahorrado la vergüenza del asunto de Galileo.

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