Читать книгу La conversión es un proceso. En las Confesiones de San Agustín онлайн

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Pero no es todo pecado original; sobre esta herencia, el hombre nacido pecador, se hace así mismo pecador por medio de sus propios actos. Hay una personalización del pecado.

No son muchas las referencias que a lo largo de su discurso hace Agustín de este pecado, sin embargo, son suficientes para darnos cuenta que lo tiene ante sí como una fuerza importante de pecado que influye en la configuración del hombre pecador.

2. LAS ESTRUCTURAS DE PECADO

Además del pecado original, Agustín refleja otra fuerza, la de la sociedad que lo rodea. Lo expresa claramente en este texto: “Entré en el fondo del tempestuoso mar de la sociedad” (L. I, c. VIII).

Esta fuerza social, cifrada por él en la influencia de los padres y de los mayores, especialmente los maestros, influirá, como veremos, de un modo decisivo en las actividades, criterios, valores y comportamientos de Agustín.

2.1. Influencia desfavorable de sus padres

Agustín se queja de que su padre, que se había sacrificado como ningún otro para que estudie, se preocupa más de que fuera entendido en letras que honrado. Recuerda cómo sus padres, al igual que todos sus contemporáneos, soñaban en que su hijo pudiera ofrecer, por la dignidad que supone, juegos6. Esta ilusión les hace ser condescendientes con el ejercicio de los juegos, aunque por causa de éstos rindiera menos en los estudios. Se queja, por fin, de los criterios que movieron a los suyos para retrasar su bautismo, después de estar a las puertas de él a causa de una grave enfermedad.


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