Читать книгу Cetreros I. Profecía онлайн

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Su hermana humana iba a morir.

La mujer, manteniendo su porte altivo pero suavizando mucho su mirada al ver por última vez el vuelo de su amiga alada, se despidió de ella con una leve inclinación de cabeza y reanudó su suave y silenciosa marcha.

Llegaron en total siete parejas humano-animal. Tras despedirse de sus compañeros, los demás humanos también se dirigieron hacia el centro del claro. Entretanto, los compañeros de los humanos, entre los que había un zorro, dos grandes lobos (incluido Sabre), dos osos, Segreka y un halcón, se unieron a sus parientes salvajes en la periferia del claro, pero se mantuvieron formando un compacto grupo aparte.

Trataban de asumir con valor el destino de sus amigos humanos.

En un instante dado, en mutuo y silencioso acuerdo, los animales compañeros se volvieron a mirar a Segreka, reconocida líder de todos en varias aventuras, antes de volver su atención al centro del claro. Usando la comunicación que todos dominaban, la poderosa ave fortaleció la paz y la resignada aceptación que todos necesitaban. Lo que tenía que ser, simplemente sería. Podía dolerles, pero ellos no podían hacer nada más que apoyar incondicionalmente a sus compañeros humanos.

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