Читать книгу Cetreros I. Profecía онлайн

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Solo podían luchar por darles a esos nuevos heraldos la oportunidad de cumplir la Profecía.

Todos estos pensamientos llenaban la mente del primero de ellos.

Una suave brisa rizaba los flecos de su vestimenta de pieles y el sol iluminaba aún más su mirada. De repente, el viento aumentó notablemente de intensidad. Pareció la señal para que, entrecerrando los ojos y emitiendo un leve suspiro, el primer heraldo inclinara la cabeza con gesto formal, convocando así al resto del grupo a tomar sus lugares.

Ajustó su posición para quedar en el centro exacto del círculo formado en ese momento por sus seis compañeros, simétricamente colocados, alternándose un hombre con una mujer. El muro de gigantescos árboles que los rodeaba a su vez era como una hermosa e imponente catedral natural coronada por un cielo claro y brillante bajo un magnífico sol.

Ese era, desde tiempos inmemoriales, el sitio de reunión donde innumerables generaciones de heraldos habían emitido sus plegarias. Y en ese momento, ese grupo celebraría lo que sería su última y más importante ceremonia. Aquella para la que habían nacido.

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