Читать книгу Nuestra asignatura pendiente онлайн

84 страница из 101

—Ya hemos hablado sobre esto, Justin, y espero que respetes mi decisión. No voy a hacer turismo, busco algo más. Sé que tú nunca has sentido la necesidad de conocer tus raíces, pero yo sí. Esto no quiere decir que vaya a adoptar la religión musulmana o su cultura, solo quiero conocerla mejor. Necesito vivir la experiencia, la conexión, sin influencia de nadie; necesito que sea a mi ritmo. Quedarme en casa de la tía Fadila y depender de ellos hasta para ir al zoco, que es lo que tú pretendes, me limitaría. Necesito sentir la libertad de decidir mis horarios, mis propios deseos.

—Lo siento, Emy, no quiero que te enfades; pero no puedes culparme por preocuparme por ti —terció él.

—No, no puedo culparte, aunque sí puedo pedirte que respetes mis decisiones y que confíes en mi criterio —señaló ella—. Además, me voy a Marruecos, no a Afganistán.

—¡Si fueras a Afganistán estaríamos teniendo otra conversación! —enfatizó él, poniéndose pálido solo de pensar en esa posibilidad.

—Justin, por favor... —demandó Emily.

Правообладателям