Читать книгу El fascismo de los italianos. Una historia social онлайн
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Roberto Farinacci, que ocupó el cargo durante poco más de un año, tuvo la función de sacar al Partido de la profunda crisis de identidad y militancia que había vivido en el bienio precedente, especialmente en el segundo semestre de 1924. El cargo de Farinacci, ras de Cremona, fue una elección hábil, porque llevaba a Roma, y por tanto neutralizaba en las provincias, la acción de uno de los principales jefes del escuadrismo extremista y del fascismo más intransigente que habían criticado la moderación con la que Mussolini había gestionado la crisis Matteotti. Es interesante recorrer la biografía de Farinacci. Nació en 1892 en Isernia, Molise, donde el padre napolitano prestaba servicio como comisario de policía. Más tarde, en 1909, la familia Farinacci se trasladó a Cremona, donde Roberto, que había abandonado los estudios, encontró trabajo en los ferrocarriles. Con el estallido de la guerra pasó de posturas socialistas reformistas a una postura intervencionista. De 1915 a 1917 estuvo en el frente, donde alcanzó el rango de cabo y le fue concedida una cruz al mérito. De nuevo en servicio en los ferrocarriles (trabajo que conservó hasta 1921), Farinacci se dedicó al activismo entre los veteranos de guerra y a la organización asociativa de los arditi; en 1919 formó parte de quienes fundaron en Milán los Fasci di Combattimento. A partir de aquel momento se distinguió por la violencia con la que organizó y condujo en Cremona y en sus alrededores ataques a sedes políticas y sindicatos y a militantes. En mayo de 1921, fue uno de los primeros treinta y tres diputados que entraron en la Cámara con Mussolini, pero al año siguiente fue inhabilitado, junto a Dino Grandi y Giuseppe Bottai, por no tener aún treinta años, que era la edad mínima solicitada para la elegibilidad. En el verano de 1922 el Comité General del PNF lo nombró cónsul general de la Milizia. También en 1922, completada la conquista de la provincia de Cremona, a mano armada, con la disolución forzada de las administraciones locales y el control completo de la prensa a través de su diario Cremona nuova, se trasladó con Achille Starace para actuar en el área de Trentino y del Tirol del Sur.