Читать книгу Imparable hasta la médula. El cáncer como aprendizaje de vida онлайн

47 страница из 56

Permanecí en una especie de estado meditativo hasta que me di cuenta de que la bolsa de vincristina se había vaciado por completo. El medicamento ya no estaba en el gotero, sino en mi interior, y pedí a las células sanas que me habitaban que resistieran el envite. Seguía sin sentir ningún dolor ni molestia y sonreí para aferrarme a ese instante cuyo valor solo conocen los que han vivido algo semejante. Había superado mi primera sesión mejor de lo que esperaba y me permití celebrarlo, disfrutar de ese momento de felicidad en medio de un camino que apenas había empezado a transitar. Había sido tan solo el primer paso y era consciente de que tendría que seguir luchando para dar los siguientes hasta llegar a meta. Sin embargo, mi primer encuentro con la quimioterapia me convenció de que sería capaz de superar con éxito el reto que la vida me había puesto delante.

—Saldremos de esta. Juntos lo conseguiremos —me aseguró mi padre cuando entró a la burbuja por primera vez.

Había tenido que hacer acopio del optimismo que lo caracterizaba antes de cruzar la puerta de la cámara de aislamiento ataviado de verde. Pero su voz temblorosa y sus pestañas húmedas lo delataban. Había estado llorando. No tardó en confesarme que mi amiga Ana lo abrazó en cuanto lo vio a pesar de no conocerlo de nada, y que ante aquel gesto no pudo reprimir el llanto. Lejos de mi campo visual, permanecieron abrazados durante unos segundos, consolando el uno la tristeza del otro. Sin embargo, mi padre no pudo evitar que una punzada de dolor le atravesara los ojos al verme postrada en la cama. Enseguida recuperó la compostura y sacó a relucir su buen humor para arrancarme alguna carcajada. Me animó, además, a ponerme en pie y hacer una serie de ejercicios acompañada de mi gotero. Me quería infundir su fortaleza y yo seguí sus pautas para evitar que mi cuerpo se quedara endeble. La entrada de Cris interrumpió nuestro pequeño entrenamiento. Llegó con buenas nuevas y enseguida se ganó a mi padre.

Правообладателям