Читать книгу Las rutas de la seda en la historia de España y Portugal онлайн
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Sin embargo, los autores discrepan sobre la fecha en la que la renta de la seda empezó a cobrarse como tal y cuándo fueron introduciéndose todos estos impuestos. A la vista del estado de la cuestión, podemos aseverar, sin lugar a dudas, que esta empezó a cobrarse en asiento separado del resto de las rentas granadinas a partir del arrendamiento de 1495.ssss1 Para 1500, ya con la población mudéjar convertida, los distintos impuestos que la formaban estaban plenamente definidos. Por otro lado, la complejidad de la recaudación de la alcabala y los impuestos sobre la exportación, junto con los constantes pleitos y desavenencias en su cobro, hicieron que se concertara entre el arrendador Juan de la Torre y los mercaderes en una cantidad fijada en 90 mrs. por libra en 1524.ssss1 Esta innovación fue revocada por los contadores mayores al año siguiente, pues veían una posible merma en la recaudación. Pese a esto, el recaudador pudo concertarse privadamente con parte de los mercaderes en los años siguientes por la misma cantidad o algo inferior, quizá desde principios de la década de 1540. La situación se mantuvo así hasta que el arrendador pidió que se le incluyera esta iguala o concierto en las cláusulas del nuevo arrendamiento que iba a iniciarse en 1547. Esto provocó la protesta de un sector de los mercaderes, encabezado por los genoveses, y de la propia ciudad y la consiguiente consulta del príncipe Felipe ordenada al arzobispo granadino.ssss1 El informe final y la resolución de la consulta terminaron por dar la razón a Juan de la Torre. A partir de entonces, se empezó a cobrar dicho concierto, que fue ascendiendo progresivamente, tras acuerdo con los mercaderes, a lo largo de la existencia de la renta de la seda.ssss1