Читать книгу Las rutas de la seda en la historia de España y Portugal онлайн

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Posteriormente, se añadieron nuevos gravámenes a la renta de la seda. Así, debido al levantamiento morisco y dentro de los intentos de levantar la producción de la seda del reino granadino, se permitió la entrada de seda procedente de los territorios fronteros, de Murcia, Valencia, África e Italia, para ser labrada como seda granadina y con destino al mercado indiano. La entrada posterior de seda de la India portuguesa y de la China, introducida por Sevilla, también se permitió. Todas estas sedas fueron gravadas con el diezmo, como si fuera seda granadina,ssss1 aunque no sabemos si se mantuvo con posterioridad a 1620. Ya en el siglo XVII, se realizaron en 1639 y 1642 rebajas en los impuestos sobre las sedas labradas que pagaban los comerciantes, lo que llegó a repercutir en un crecimiento en los derechos pagados por los cultivadores.ssss1 Al mismo tiempo, la ciudad de Granada llegó a percibir un real por cada libra de seda como arbitrio, al parecer de manera extraordinaria a partir de 1640, para sufragar gastos militares o de otro tipo,ssss1 aunque terminó integrándose en la renta de la seda, como apunta Gerónimo de Ustáriz en 1724, ya con la renta encabezada.ssss1 Esto nos muestra cómo el peso de las contribuciones terminaba recayendo en el eslabón más débil de la sociedad granadina, pero aún más se perjudicaba a aquellos que formaban la base de la producción sedera, cuando, en realidad, se pretendía fortalecer dicha producción.

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