Читать книгу Doble crimen en Finisterre онлайн

62 страница из 77

—Ya. ¿Cómo crees, entonces, que actuaría un simple ladrón?

—Para empezar, creo que un ladrón no emplearía una caja de cervezas para escalar muros. Si descerrajó la puerta de la cocina, con el ruido consiguiente dentro de la casa, podía haber descerrajado la puerta de entrada a la finca, que ofrece una dificultad similar y nadie lo oiría, pero no lo hizo. Por otra parte, si el ladrón saltó por encima de la valla o del muro, que sería lo natural, tendría que haber dejado marcas en la tierra al caer. En la entrada de la cocina había un felpudo, me dijiste, ¿no? Lo lógico sería que se hubiera limpiado los pies para no dejar tantas huellas, incluso solo por costumbre o por comodidad.

—Cierto.

—Me sorprende que un ladrón entre en una casa para robar y vaya directamente al dormitorio donde está la gente durmiendo. Es raro. ¿Y por qué no miró en los demás dormitorios? No veo por qué tendría prisa a esas horas y, menos aún, después de matar a las únicas personas que había en la casa. Tampoco veo por qué tenía que causar tantos destrozos: no se va más deprisa rompiendo las cosas. ¿Esperaba acaso encontrar una caja fuerte detrás de cada cuadro?

Правообладателям