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De la Facultad no había salido ningún contingente para participar en la manifestación.
–¿Y no es hoy también la del Poli? –pregunté.
–Sí –respondió Roberto Escudero–. No sé por qué la habrán permitido hoy, será porque la va a controlar la fnet.
–Se quieren sacar la espina del año pasado.
En 67 la fnet no había participado en la huelga del Poli y Chapingo, que apoyaban las demandas de la escuela Hermanos Escobar, de Chihuahua. La fnet quedó al margen y no pudo controlar las huelgas, cosa que al gobierno no le gustó pues demostraba que la organización «charra» no era ya el cauce por donde actuaban los estudiantes técnicos.
–Ésa del Poli, ¿es por lo que pasó en la Ciudadela? –preguntó un muchacho que yo no conocía.
–Sí.
En un cuarto de hora los pasillos y escaleras quedaron vacíos.
–Las seis y cuarto. ¿Por qué no le pides el carro a Alma y nos vamos a ver la del Latino?
El 22 de julio se celebró un juego de fútbol en la Plaza de la Ciudadela. Un equipo lo formaban alumnos de la preparatoria particular Isaac Ochoterena; y el otro, la pandilla de los «ciudadelos». El encuentro terminó a golpes y los de la Ochoterena salieron perdiendo. Como algunos «ciudadelos» se dicen alumnos de las vocacionales 2 y 5 del ipn, los de la Ochoterena apedrearon, al día siguiente, la voca 2. Al tercer día, por la mañana, varios cientos de alumnos de las dos vocacionales marcharon sobre la preparatoria Isaac Ochoterena sin que nadie lo impidiera. Cuando los politécnicos dieron por terminada su venganza, los granaderos decidieron que había llegado la hora de intervenir y esperaron a los politécnicos que regresaban en las calles cercanas a La Ciudadela, los cercaron y empezaron a golpear. Perseguidos por los granaderos, los estudiantes se refugiaron en las vocacionales; pero las escuelas no fueron obstáculo, en su interior los granaderos la emprendieron no sólo con alumnos, sino con maestros y maestras que igualmente fueron golpeados sin conocer la causa de la agresión. No se trataba de imponer el orden, sino de romperlo, de golpear como si se tratara de una venganza personal.