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–Ése es el Supermán.

–De cualquier manera –respondió Pablo–, la cned es una organización nacional que no puedes comparar con esos grupitos de locos y de policías. Por eso les quedó tan bien lo de «grupúsculos».

–Por la misma razón que das se les respondió claramente –continúo Gilberto– que, en vista de que eran una organización nacional y brazo derecho de todo un partido comunista, conciencia de la clase obrera, seguro tendrían fuerza en muchísimas escuelas y que, aunque no admitíamos a la cned como organización, seguro obtendrían la representación de innumerables escuelas, cosa que nos daría mucho gusto. Y se vieron los resultados, ¿verdad? ¿Cuántos delegados eran del pc?

–Pues no lo sé –dijo Pablo–. Yo llegué cuando ya estaba formado el Consejo.

–No, no te hagas, ¡cómo no vas a saber cuántos «peces» había en la cnh!

–Ni siquiera supe que hubiera peces.

–Bueno pues, ¿cuántos miembros del pc?

–No estoy seguro.

–A ver, piensa. Éramos en total unos doscientos veinte; ¿serían treinta?

–No, por supuesto.


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