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—Mi rey –se pronunció Avon acercándose por detrás–. No los escuche. No es su derecho, usted es nuestro soberano y la ley del clan dicta que su palabra no puede ser cuestionada.
Owen miró al druida, pero no le respondió.
—Quien tenga la intención de oponerse a Maki que lo haga –exclamó el rey rectificando la voz–. Nosotros partiremos en los próximos días hacia los Bosques de Escarcha, pero quienes quieran quedarse y pelear que lo hagan. No me considero con la autoridad de privar a alguien del derecho a defender su tierra.
Al terminar de decir aquello, Owen se retiró del templo, dando fin al concilio.
Capítulo 7
El pergamino
Maki y sus mercenarios llegaron a un acantilado que señalaba el principio y el final de las nieves eternas. Las montañas de Moth estaban prontas a concluir. Solo faltaba descender por el valle frente a ellos, atravesar la estepa Junkana y estarían en el bosque de Eloth.
—¡Idris, Megisto! –habló el brujo mientras contemplaba el paisaje que nacía tras el filo de la roca–. Ordenen a los exploradores que se adelanten. Estamos cerca del reino nórdico, es hora de empezar a atomizarnos.