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—Que así sea –respondió finalmente al momento que adoptaba una postura de combate.
Capítulo 10
Vricio vs. Sedian
Al ver que sus amigos estaban por enfrentarse, Buxo dio un salto hacia delante e intentó disuadirlos. Pero dos miradas frías cayeron sobre él y lo obligaron a retroceder. Nada podía hacer, el duelo entre los dos mejores guerreros de Eirian ya había comenzado.
Con un movimiento pausado, Vricio introdujo una mano en sus vestiduras, extrajo una falsa oronja y se la llevó a la boca. No le gustaba combatir o entrenar en contra de compatriotas bajo el efecto de hongos psicotrópicos. Temía que, perdido en el trance, pudiese excederse y matar a alguien. Pero ahora la situación lo ameritaba. El dolor que sentía en el vientre era paralizante. Necesitaría de todas sus facultades para vencer a Sedian.
Mith contempló al berserker, sus pupilas dilatadas cual soles de carbón, su masiva musculatura, las sanguinolentas vestiduras, la mirada impiadosa y los tatuajes de runas y dragones que adornaban las pieles que escapaban de su armadura. Qué terrible pesadilla, pensó, tener que enfrentar a este hombre en batalla. Pero, para su sorpresa, Sedian se veía relajado. Su mirada no reflejaba preocupación alguna, como si frente a él no hubiese más que praderas cubiertas de flores y hierba.