Читать книгу La educación digital en el ámbito universitario. Un enfoque 360 онлайн
57 страница из 123
Es más, como señala Krusmvik (2008) no basta con que un docente tenga una competencia digital básica para que sea un buen profesor, o que tenga un conocimiento de algunas tecnologías. Es necesario ir más allá e incluir otros aspectos pedagógicos y técnicos, ya que las tecnologías se van a utilizar en contextos complejos. Es preciso, por tanto, avanzar en la formación de los docentes ya que “los docentes a menudo han visto hasta la fecha como la formación que recibían sobre TIC era genérica, técnica u orientada en exceso a la alfabetización más elemental, desligada del ámbito disciplinar y de la reflexión pedagógica o didáctica” (Gisbert, González y Esteve, 2016, p. 78).
Si bien la competencia digital ha sido abordada teóricamente, es preciso dotarnos de herramientas prácticas que permitan operativizar dichas conceptualizaciones. En este sentido, y específicamente para el profesorado, destaca el modelo del TPACK propuesto por Koehler y Mishra, (2006, 2008), un modelo de enseñanza y aprendizaje (E-A) que identifica los tipos de conocimiento que un docente necesita dominar para integrar las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) de una forma eficaz en la enseñanza que imparte. Según este modelo, un docente será competente si puede utilizar adecuadamente tres conocimientos: contenido o disciplinar, pedagógico y tecnológico. Es decir, para un docente no basta con conocer su materia, debe tener el conocimiento pedagógico y tecnológico suficiente. Si bien lo complejo es llevar todo ello a la práctica, y garantizar que la formación de los profesores realmente garantiza que adquieren la competencia digital en toda su amplitud.