Читать книгу La educación digital en el ámbito universitario. Un enfoque 360 онлайн

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Es más, como señala Krusmvik (2008) no basta con que un docente tenga una competencia digital básica para que sea un buen profesor, o que tenga un conocimiento de algunas tecnologías. Es necesario ir más allá e incluir otros aspectos pedagógicos y técnicos, ya que las tecnologías se van a utilizar en contextos complejos. Es preciso, por tanto, avanzar en la formación de los docentes ya que “los docentes a menudo han visto hasta la fecha como la formación que recibían sobre TIC era genérica, técnica u orientada en exceso a la alfabetización más elemental, desligada del ámbito disciplinar y de la reflexión pedagógica o didáctica” (Gisbert, González y Esteve, 2016, p. 78).

Si bien la competencia digital ha sido abordada teóricamente, es preciso dotarnos de herramientas prácticas que permitan operativizar dichas conceptualizaciones. En este sentido, y específicamente para el profesorado, destaca el modelo del TPACK propuesto por Koehler y Mishra, (2006, 2008), un modelo de enseñanza y aprendizaje (E-A) que identifica los tipos de conocimiento que un docente necesita dominar para integrar las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) de una forma eficaz en la enseñanza que imparte. Según este modelo, un docente será competente si puede utilizar adecuadamente tres conocimientos: contenido o disciplinar, pedagógico y tecnológico. Es decir, para un docente no basta con conocer su materia, debe tener el conocimiento pedagógico y tecnológico suficiente. Si bien lo complejo es llevar todo ello a la práctica, y garantizar que la formación de los profesores realmente garantiza que adquieren la competencia digital en toda su amplitud.

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