Читать книгу Derecho de gracia y constitución. El indulto en el estado de derecho онлайн

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El sentido de benevolencia que implica la gracia determina su utilidad para caracterizar a un Dios magnánimo, que beneficia gratuitamente al hombre. La benevolencia divina, no obstante, no es un don sobrenatural inalcanzable para los hombres sino por el contrario se admite como una cualidad también humana, como atributo que acerca al hombre a su Dios benevolente. La gracia entendida como don gratuito, concedido por un Dios misericordioso, que tiene el poder de beneficiar al hombre y, cuando le otorga su gracia, manifiesta expresamente tal posición de poder.

En la Carta a los Romanos 1, 5-7, dice SAN PABLO:

“11:5 Y de la misma manera, también ha quedado en el tiempo presente un remanente conforme a la elección de la gracia de Dios. 11:6 Pero si es por gracia, ya no es a base de obras, de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra. 11:7 Entonces ¿qué? Aquello que Israel busca no lo ha alcanzado, pero los que fueron escogidos lo alcanzaron y los demás fueron endurecidos”.

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