Читать книгу Desde el suelo онлайн

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Apenas pasadas veinticuatro horas, durante las que estuve recluido en una habitación de aquel edificio, me condujeron a la ciudad de Málaga. Mi pregunta era, y aún es, ¿quién me delató? Porque eso nunca lo supe. Sospeché de mi hermano y también de Isabel… Créeme, Capu, fueron los días más horribles de mi vida. Las primeras horas de mi encarcelamiento, después de celebrarse un juicio en la ciudad malagueña, aún las recuerdo como si de una pesadilla se tratara: perder mi libertad, despojarme de mis objetos personales, la falta de luz y, sobre todo, estar alejado de mi familia, de mi amado hijo y mi esposa. Me trasladaron a la Prisión Provincial de Madrid en el distrito de Carabanchel y fueron quince años a los que me condenaron, de los cuales cumplí solo nueve, y eso fue debido a mi excelente comportamiento.

Tuve un compañero de celda que era poco hablador, aunque pasado algún tiempo supe que tenía conocimiento de mi idioma. Fue un día cuando, estando de recreo en el patio de aquel recinto, me preguntó:

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