Читать книгу Más allá de las caracolas онлайн

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—Sí, pero no me has respondido. ¿Haces eso con todas las personas que conoces?

Antes de que llegase su esperada respuesta sentí de nuevo la mirada profunda de sus ojos, pero esta vez no conseguí apartar los míos, aunque la verdad es que tampoco lo intenté mucho. Sencillamente, la miré y me dejé llevar por una catarata de sentimientos que sentía precipitarse desde mi cerebro hasta eso que llamamos «corazón» para después inundar cada una de mis células, lo que se tradujo en una paralización absoluta de mis pensamientos. No podía pensar, era incapaz de pensar en nada… Solo sentí que mis ojos habían entrado en los suyos, buscando con ansiedad el camino de su corazón. Necesitaba saber quién era realmente aquella mujer, lo que sentía en su interior, pero en un momento fuertemente intuitivo me di cuenta de que era yo, únicamente yo, quien me había vuelto a desnudar por dentro, ofreciéndome totalmente a ella a través de nuestras miradas. Me invadió una sensación de mareo y de repente, para terminarlo de arreglar, sentí que tomaba mis manos y elevando una de las suyas acarició mi rostro. En ese momento su cálida voz me trajo a la realidad.

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