Читать книгу Exabruptos. Mil veces al borde del abismo онлайн
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CAPÍTULO 7
Dos años habían pasado desde esos días nublados y taciturnos en la vida de Ramiro y Lorena. Sin que casi nada de las irritantes complejidades hubiera quedado definitivamente atrás, en algo habían mejorado sus relaciones. Él ya no llegaba tan tarde del trabajo y ella comenzaba a desplazarse menos hacia otros centros. No en vano Lorena debía asistir a múltiples encuentros sociales, ya sea acompañando a su jefe o simplemente como enviada personal de este. Había sido elegida presidenta del Sindicato N° 1 de Empleados, algo contradictorio a primera vista, dado su cargo de brazo derecho del gerente general y, por otro lado, ser la cabeza del sindicato más conflictivo y politizado que existía en la empresa. Ramiro sabía que le había costado tomar la decisión de aceptar el puesto, pero luego de conversarlo, se dio cuenta de que era el instrumento para que las cosas se aquietaran y así trasladar las verdaderas luchas hacia el campo laboral y al bienestar social, cultural y educacional de los empleados y sus familias.