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CAPÍTULO 2

Las circunstancias políticas y sociales fueron llevando día a día a la nación a un caos sin vuelta, los acontecimientos pasaron tan rápido que nadie tuvo tiempo para afinar o definir bien sus posiciones. El general Pinochet junto a los comandantes en jefe de cada rama de las fuerzas armadas, habían tomado el control del gobierno, derrocando al presidente en ejercicio. El Bando N° 1 declaraba al país en Estado de Guerra, con todas sus implicaciones: estado de sitio, toque de queda, fusilamientos, privación de libertades constitucionales y otros.

El amanecer de ese día fue sobrecogedor. A lo largo y ancho del país, los principales centros organizacionales, así como las universidades y las radios, amanecieron tomados por sorpresa por los militares, a excepción de dos emisoras proclives al gobierno democrático, que lograron seguir emitiendo con sus equipos de emergencia hasta casi el mediodía. Las personas que no alcanzaron a llegar a sus centros de trabajo debieron devolverse y quedarse en sus hogares, ya que la aplicación del toque de queda fue inmediata. Con ello y mucho más, comenzaba a tejerse una nueva historia en el país, como asimismo en el seno de la familia Torres Mateluna.

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