Читать книгу Exabruptos. Mil veces al borde del abismo онлайн

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–¡Ya sabes! ¡Nunca más me preguntes por mi pololo, si no, tendrás que acompañarme hasta San Pedro!

Ramiro no dejaba de pensar en que habían sido tiempos difíciles y duros, sin embargo, siempre se cuestionaba qué habría pasado de haber triunfado la revolución que se predicaba.

CAPÍTULO 3

Como todas las cosas cambiaban en el país, era lógico que en los últimos seis años también los acontecimientos sucedieran a favor o en contra de Ramiro. Para él, habían sido años llenos de desafíos, cosas nuevas a las que tuvo que adaptarse poco a poco y sin miramientos. Aprender a ver a los demás como iguales era más que terquedad, una necesidad imperiosa para abrirse camino en la vida. Atrás había quedado el colegio, profesores y compañeros, también la pulguera que le había servido de departamento. En la pared de su nueva oficina lucía orgulloso el cartón de enseñanza media que tanto dolor de cabeza le había causado. Era pura sangre, pura honra, ganado a puro ñeque y convicción. Ahora, ya más tranquilo, cursaba el tercer año de Administración de Empresas en la Universidad Obrero Campesina, una entidad privada que daba opciones a trabajadores talentosos. Continuamente luchaba por superar el vacío aritmético que arrastraba desde la básica, pero aun así cojeaba notoriamente en los ramos matemáticos.

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